¡¡¡¡No me quiero bañar!!!!

Hace unos días acompañé a una amiga a recoger a su hijo al fútbol, cuando le vimos llegar parecía que venía de la guerra, imaginaros la escena,

el campo lleno de barro porque no para de llover, el niño, que como es portero tiene que rebozarse por el suelo para parar el balón...ni los maquilladores del rey Baltasar lo hacen mejor, llevaba barro hasta en los calzoncillos, y cuando su madre le dice que nada más entrar en casa vaya directo al baño....al loro con la contestación del rey Baltasar:

"No hace falta mamá, no te preocupes me paso una toallita y se quita todo"....😅😅, tomad nota....las toallitas son lo más!!!

Y es aquí cuando me vino a la cabeza tiempos pasados....hace muuuuchos años, cuando llegaba la hora del baño....¡¡¡HORROR!!!, sinceramente uno de los momentos temidos del día, y es que de la noche a la mañana, por arte de magia, pasan a odiar el agua, es como si la "roña" acumulada en las rodillas y conseguida con tanto esfuerzo durante el día fuese un trofeo para ellos, y entonces llegas tú y quieres arrebatarles el premio frotando con todas tus fuerzas porque no hay esponja que saque tal "mugre".

Pero no os creáis que esto pasa con los años, NOOOOO, se acrecienta, porque si bien es cierto que la fase de las carreras por el pasillo y los gritos de "¡¡No quiero bañarme!!" pasa, cuando entran en la fase "adolescente" y las hormonas empiezan a manifestarse, el olfato se les atrofia...si, si, tal cual, te das cuenta que están en casa por el rastro que van dejando, y si ese día ha tocado educación física en el colegio ni os cuento (a los profes les tendrían que dar un plus de peligrosidad), y muy sutilmente les dices: "Por qué no te das una duchita antes de cenar y ya verás que relajado te quedas, dormirás mejor"....oye y que se ofenden y todo ¡eh! como si les estuvieras llamando "cochinos".

En fin, ahora estamos en la fase de no salir del baño, y me preguntaréis ¿qué hacen dentro?...un misterio aún sin resolver.

Y vosotr@s, ¿en qué fase os encontráis?