martes, 13 de febrero de 2018

Toc, toc, toc.....soy la adolescencia que llamo a tu puerta

A ver como empiezo esto, porque el tema tiene tela, necesitaría como mínimo un blog entero para explicar esta curiosa palabra.

adolescencia

Cuánta razón tenía mi madre cuando me decía, "los niños tendrían que nacer con un manual de instrucciones", desde que nacen es una explosión de experiencias, eso si, todo el mundo te aconseja lo que hay que hacer, y la típica frase de la vecina de la abuela: "¡Ay hija! cuando mi Antoñito era pequeño, yo le daba, yo le hacía, estaba hecho un buñuelo de lo bien que comía y dormíaaa...madre mía ¡cómo dormía!".

¡¡¡¡¡Hasta ahí y ya!!!!!

¿¿¿¿Y luego????,  no paro de preguntarme: ¿Qué fue de Antoñito?...

Quién sabe ande, pues debió de desaparecer del mapa, porque a partir de los 12 ó 13 años...allá te las apañes tú.

Y aquí es donde empieza la verdadera aventura, porque una vez criados llega la etapa más importante, ayudarles a encontrar el camino que en la infancia les hemos ido marcando.

¿Y esto cómo se hace?...pues siento decir que tampoco hay manual de instrucciones.
Pero ellos hablan si nosotros sabemos escucharles bien, hablan en su idioma..."el silencio", si, si, como lo oyes, porque de ser para ellos sus mejores amigos, sus héroes, su "TODO", pasamos a ser invisibles, ya no te enteras de la misa a la media (eso es lo que ellos se creen), y solo nos ven como a los malos de la película, los que no les comprendemos, los carcas que no les dejamos hacer nada, y entonces llegan las típicas frases: "es que soy el único que no puede ir a tal sitio" o "a mis amigos les dejan hasta las 11 y soy el único que me tengo que volver solo" (y luego te enteras, en el grupo de madres de whatsapp,  que de los 10 que supuestamente te ha dicho que van a ir, la cifra de individuos se reduce a 2 porque el resto vuelve antes que el tuyo o directamente ni van), o "es que no me entiendes", por no mencionar "el típico portazo a la puerta cuando les llevas la contraria" (ainssssss.....¡¡bendita paciencia!!).
Esas hormonas en plena ebullición, esos cambios de humor repentinos, que de ser un ángel pasa a demonio en décimas de segundo....¿¿¿¿pero dónde está mi bebé????

adolescencia

Es una etapa de encontrarse con ellos mismos, de evolución constante a forjarse como adultos, de un camino que tienen que hacer ellos solos, pero que detrás tenemos que estar nosotros y acompañarles, darles la confianza que se merecen y soltar cuerda a medida que nos demuestran que van sabiendo como gestionarla, eso si con ojo avizor por nuestra parte, sin bajar nunca la guardia y de una forma que ellos no se sientan controlados ni observados, que mediante negociaciones, que no imposiciones, se pueden conseguir grandes logros, y que si tropiezan, tienen que ser consecuentes y saber como levantarse ellos solos, que nosotros ya no estamos, como cuando eran pequeños, para sacarles las castañas del fuego, que se den cuenta de que toda acción tiene su consecuencia.

Por eso, cuando digo que hay que saber escuchar su silencio, me refiero a saber interpretar sus gestos, sus expresiones y leer entre líneas, porque una lectura mal hecha, puede en un futuro traer graves consecuencias.

Escucharles cuando rompen su silencio y en el momento que ellos quieren, no cuando a ti te apetezca, porque quizás cuando estés en disposición de escuchar, a ellos ya no les apetezca hacerlo y habrás perdido un tiempo precioso de acercamiento que no volverá.

adolescencia

Se que todo esto parece muy fácil, que hay que armarse de paciencia y no morir en el intento, pero por otro lado hay que verlo de una forma positiva, no asustarse ante la palabra adolescencia, solo saber gestionarla en su justa medida, respirar hondo cuando la situación te sobrepase y contar hasta diez antes de saltar, es decir no dar un portazo como ellos harían, que si, que ya se que de vez en cuando necesitas gritar y también es bueno, son maestros en sacarnos de quicio, pero echa la vista atrás y vuelve, por un momento, a tu adolescencia y entonces entenderás lo que en ese momento pueden sentir y pensar, y en muchas ocasiones el por qué de sus reacciones.
Si nuestros padres han podido con nosotros, nosotros podremos con nuestros hijos.

adolescencia

La adolescencia es una etapa más que tenemos que pasar, porque pasa, te lo aseguro, y llega un momento en el que por arte de magia, el silencio se va convirtiendo, poco a poco, en comunicación y la comunicación a su vez en comportamiento adulto.

Hay mucho de lo que hablar sobre este tema y poco a poco os iré contando mis experiencias y nuestra forma de encauzarlas, porque cada hijo y cada situación es un mundo, y yo, evidentemente, no soy experta en esto, simplemente voy aprendiendo de lo que ellos me enseñan, porque ser padres es una profesión que requiere mucho aprendizaje.

"Dicen que la adolescencia es una etapa en la que estamos atontados: yo digo que solo disfrutamos del poco tiempo que nos queda para ser adultos y para afrontar los problemas que la vida nos pondrá"


un par de 3


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